Es el protagonista del placer sexual, que llega de repente, tras una fase de excitación, y dura unos pocos segundos. Es el placer más intenso que un ser humano pueda sentir. Este maremoto sensual está seguido de un periodo de relajación, de satisfacción y de sosiego. Existen infinitas razones por las que todos buscamos tener sexo y más allá de cuántas parafilias enfermas existan, siempre hay una única meta en la mente de cada uno de nosotros: alcanzar el orgasmo. No existe una definición universal que pueda describir por completo lo que es un orgasmo, ya que todos somos muy distintos y bla bla…Sin embargo, suelen señalarse muchas cosas en común en la gran mayoría de los casos y todos podemos coincidir en que se trata de una experiencia de un placer intenso y de una satisfacción increíble.
Para alcanzar el orgasmo muchas partes del cuerpo trabajan en conjunto a distintos niveles, entre ellos el cerebro. ¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre en el cerebro durante el orgasmo?El sistema nervioso y el cerebro son de suma importancia en todos los aspectos de nuestra vida y por supuesto, ocurre lo mismo con los orgasmos. Sin el envío de impulsos nerviosos a la médula espinal y el cerebro, no habría orgasmos y… ¡ay de la humanidad sin orgasmos! ¿Imaginas?La zona de los genitales está plagada de diferentes nervios que envían información al cerebro para que éste entienda la experiencia que se está viviendo. Según los diferentes nervios se producen diferentes sensaciones. Ello explica que, por ejemplo en las mujeres, un orgasmo producido por la estimulación del clítoris sea distinto al producido por una penetración, lo que se debe a que distintas terminaciones nerviosas producen distintas sensaciones.
Aunque durante el sexo las mujeres, como los hombres, gemimos o usamos la oralidad para expresar que estamos disfrutando del sexo, esta no es necesariamente una señal de que la mujer está experimentando el clímax. Para saber si una mujer llega al orgasmo deberás prestar atención a algunas señales corporales. Para comenzar, cuando una mujer se excita es normal que el clítoris aumente su tamaño y que la chica comience a lubricar, durante el orgasmo el clítoris se retrae y la vagina se contrae, sufriendo pequeños espasmos, algo que resulta fácil de sentir durante la penetración. Estos espasmos, que se pueden experimentar de forma más o menos intensa, suelen manifestarse también externamente. La mujer se contrae como parte de la sensación de placer que está sintiendo, pudiendo apretar las piernas o retroceder un poco para disfrutar al máximo de las sensaciones. Cuando una mujer llega al orgasmo el calor vaginal aumenta, también la cantidad de lubricación, una reacción corporal que indica el máximo placer. Los pechos se endurecen durante el orgasmo, y en algunas chicas hay otras reacciones normales como respiración acelerada y enrojecimiento del rostro. La satisfacción sexual femenina es diferente a la masculina, y esto ocurre simplemente por que la anatomía sexual de las chicas no tiene nada que ver con la de los hombres. En el caso de los chicos resulta fácil saber que alcanzaron el clímax porque normalmente el máximo punto de placer viene acompañado de la eyaculación, mientras que la mayor parte de las mujeres no eyaculan.
“Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.”
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