La diverticulitis ocurre cuando las pequeñas bolsas o sacos que protruyen y que se forman sobre la pared interna del intestino divertículos resultan inflamados o infectados. Con mucha frecuencia, estas bolsas se encuentran en el intestino grueso (colon). Los divertículos asintomáticos descubiertos en el intestino por casualidad no necesitan un tratamiento especial. Tomar medidas que regulen las deposiciones puede ayudar a mejorar las molestias. Por eso, la mejor manera de tratar los divertículos en el intestino es un tratamiento combinado que se fundamente en una alimentación rica en fibra, abundante bebida y el suficiente ejercicio físico. Las fibras y la ingesta abundante de líquidos hacen que la cantidad de heces aumente y disminuya la presión en el intestino. El ejercicio físico favorece la actividad intestinal y con ello que las heces puedan ser mejor transportadas por el organismo. Así también disminuye la presión.
La alimentación tiene un papel fundamental en el tratamiento de una diverticulitis. Mientras que en el caso de una diverticulosis se recomienda una dieta rica en fibras vegetales, en el caso de la diverticulitis en importante llevar una alimentación pobre en fibras. A veces, si se padece una diverticulitis ligera puede ser recomendable una alimentación artificial que pueda ser absorbida por el intestino delgado. Dado que el intestino está muy debilitado debido a la infección de diverticulitis, ingerir alimentos ricos en fibras vegetales puede resultar muy pesado. Un volumen de heces elevado, puede aumentar aún más las molestias del paciente. En el caso de una diverticulitis severa, el paciente no deberá ingerir alimentos, sino que recibirá los nutrientes de forma parenteral. Tras dos o tres días siguiendo esta dieta, el paciente de diverticulitis ligera las molestias deberían remitir. En ese momento, se recomienda volver a una alimentación natural. Consumir una dieta baja en fibra, compuesta en su mayoría de alimentos procesados, puede ser una causa. Es más probable que se presenten estreñimiento y heces duras cuando no se consume suficiente fibra. El esfuerzo con las deposiciones aumenta la presión en el colon o los intestinos, lo cual puede llevar a la formación de estas bolsas.
La diverticulitis es causada por pequeños pedazos de heces materia fecal que quedan atrapados en estas bolsas, ocasionando infección o inflamación.
Posted: Julio Enrique Tovar Marquez
Los comentarios están cerrados.