El estímulo sexual suele motivarse volcando los cinco sentidos hacia las partes del cuerpo, aunque a veces éstas son sustituidas por prendas u objetos, llegando a ser la única manera de obtener satisfacción. Quien así vive su sexualidad es llamado fetichista Lo que para muchos es una perversión, consiste en el uso de partes del cuerpo ajenas u objetos que en sustitución de los genitales de la pareja se tornan indispensables para provocar el orgasmo. En otras palabras, la utilización de manos, pies, senos, nalgas, piernas y más, de otras personas para alcanzar la satisfacción sexual; pero igualmente participan prendas de vestir, guantes, medias, pieles, zapatos, cinturones, bufandas, ropa interior y lo que la imaginación permita, siempre y cuando sean o hayan sido parte de la indumentaria de un ser deseado. Esta patología se define como una fantasía sexual que adquiere su significado erótico psicológico cuando el fetichista toma una prenda para reemplazar al ser humano y transformarlo en un objeto de deseo. Se trata, por lo regular, de cosas que por su suavidad y calidez evocan la primer infancia de alguien que vivió una educación con una crianza marcada por represión sexual y en quien el sexo es visto como una falta o pecado. Como es de suponer, el perfil de un fetichista es el de un individuo solitario y reprimido, cuyos sentimientos no son compartidos con nadie y quien evita el encuentro sexual con una pareja, pues el contacto físico le causa angustia. Como sucede en mucha parafilias, mientras el objeto se utiliza como algo externo y complementario a la relación, puede jugar un papel importante y enriquecerá ésta; pero si el fetiche es el único medio para lograr la satisfacción sexual estamos ante un problema que requiere ayuda profesional. En otras palabras, el fetichista puede llegar a ser alguien que enfoca su sexualidad en objetos más que en personas. De ahí que también los aparatos diseñados con el propósito de estimular a los genitales, como los dildos o vibradores, sean catalogados como fetiches.
El fetichismo en este extremo requiere tratamiento integral en donde se busque controlar la angustia que lo lleva a desencadenar la parafilia, al tiempo que el paciente pueda establecer relaciones de pareja. El fetichismo sexual es una parafilia en la que el objeto de deseo es un objeto inanimado. Esto puede darse en el olor de una persona, el cabello, las piernas, los pies, etc. Los fetichismos están más asociados a los hombres y hay algunos que son muy populares como el coleccionar blumers, usar cuero, pelucas, el uso de zapatos de tacón durante el sexo, entre otros. No hay una explicación de por qué tienen lugar estos fetichismos. Hay quienes encuentran la excitación sexual con juguetes eróticos, prendas de vestir, hasta estatuas y máquinas. Este tipo de conductas, en las que la excitación sexual o el alcance del orgasmo son únicamente a través de un objeto, se la conoce como fetichismo sexual. El fetichismo sexual se trata de una conducta inofensiva y que no es considerada como enfermedad, excepto en los casos en que sea una conducta recurrente que se da al menos durante 6 meses, que resulta imprescindible para la excitación sexual.
“Toda persona con una vida sexual activa, tiene una manifestación erótica”
Posted: Julio Enrique Tovar Marquez
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