La Melatonina es una sustancia natural producida principalmente en la glándula pineal, la cual participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos, como, por ejemplo, controlar el ciclo diario del sueño. Se trata de una molécula selectiva, que actúa únicamente cuando y donde es necesario, dependiendo de las condiciones ambientales y horarias.
La glándula pineal cumple funciones esenciales en el cuerpo humano en lo que respecta al proceso de envejecimiento natural, ya que controla los procesos de producción de hormonas y su incidencia en la regulación de las funciones orgánicas. He allí la importancia de la melatonina, ya que actúa directamente en la instauración de los ciclos de sueño-vigilia, y su producción natural disminuye a partir de los 20 años de edad.
La melatonina puede obtenerse de manera natural mediante la ingesta de alimentos como pollo, pavo, cacao, jengibre, leche y sus derivados, y cereales como el maíz, la cebada, la avena y el arroz. También se recomienda la ingesta de frutos secos como nueces y almendras, además de manzanas, fresas, kiwi, piña, plátanos, tomates y cebollas, cuyo consumo puede aumentar considerablemente los niveles de esta hormona natural.
La melatonina también se encuentra disponible como suplementos alimenticios, y se recomienda la ingesta de 0,3 a 5 mg aproximadamente, media hora antes de ir a la cama, para reestablecer los ritmos naturales de sueño.
La melatonina es un poderoso antioxidante. Se le atribuye una doble porción de antioxidantes en comparación con la vitamina E y vitamina C, lo cual incide positivamente en el retardo del envejecimiento prematuro. También se le asocia como estimulante del sistema inmunológico, aumentando las defensas naturales del cuerpo, y protegiéndonos de patologías típicas del envejecimiento, como enfermedades auto-inmunes y cardiovasculares.
Además, investigaciones recientes refuerzan las propiedades anticancerígenas de la melatonina, no solo de forma preventiva, sino también como tratamiento efectivo para inducir la muerte de las células cancerígenas en ciertos tipos de cáncer. Esto se debe esencialmente a las habilidades antioxidantes y antiinflamatorias de la melatonina, ya que funge además como modulador hormonal.
En complemento, la melatonina ha sido estudiada como un tratamiento potencial al reflujo gastroesofágico, enfermedad de Alzheimer, trastornos de la inmunidad, depresión, trastorno afectivo estacional, disfunción sexual e insomnio en adultos mayores.
Aunado a lo anterior, la melatonina tiene una repercusión positiva en la pérdida de peso, ya que en muchas ocasiones la obesidad está directamente asociada con el estrés, o con problemas en la conciliación del sueño. Es aquí donde la melatonina juega un papel esencial, ya que puede ayudar en el control de los ciclos de sueño y, por consiguiente, en la regulación del apetito durante la noche.
Definitivamente, no caben dudas sobre los maravillosos beneficios que implica el consumo de la melatonina para la salud.
El tratamiento con #melatonina puede recuperar la función #dopaminérgica normal que influye en #AlteracionesMotoras. https://t.co/91ZruIgjII
— Matia Fundazioa (@MatiaFundazioa) 14 de diciembre de 2016