El deseo sexual y la excitación tienen su origen en el hipotálamo la parte más primitiva del cerebro donde se dan una serie de conexiones y reacciones químicas que hacen que el cuerpo esté preparado y deseoso de practicar sexo.
Hasta ahora se sabía que, en ambos sexos, en esta reacción biológica influye principalmente el aumento de los niveles de testosterona en la sangre. Sin embargo, parece que surge una diferencia mas entre hombres y mujeres. Ya sea por una cuestión social o cultural, aún existe una gran desinformación sobre cómo actúa, se desarrolla e influye del deseo sexual en las mujeres .Los electrógenos, las hormonas secretadas en mayor cantidad antes de la ovulacion son muy propicias al deseo. Diversos estudios han demostrado que lo aumentan. Una mujer siente más deseo durante sus momentos de fertilidad, como si la naturaleza hubiera previsto darle ganas de hacer el amor para que se reproduzca. La testosterona, la hormona masculina, también está presente en menor cantidad en la circulación sanguínea femenina. Esta pequeña cantidad es sin embargo muy útil y muy eficaz para estimular el deseo. La mayoría de las personas cuando hablan o se expresan sobre apetito sexual se están refiriendo, generalmente, al deseo sexual, que es la primera parte de la respuesta sexual y lo que sucede antes de la excitación. Aunque una cosa no necesariamente lleva a la otra, puede haber deseo y, sin embargo, no llegar a la excitación por que la bloqueamos o impedimos su expresión por razones sociales, educativas, momentos inadecuados, etcétera.
El apetito sexual nace primeramente en el cerebro, ya sea por estímulos que pueden provenir de la propia persona (fantasías), o por estímulos exteriores (visión de una mujer hermosa o de un hombre atractivo). En el cerebro se producen una serie de cambios mediados por la liberación de sustancias químicas que condicionan y desencadenan el deseo sexual, llevando a la materialización de lo que denominamos apetito sexual.
Posted. Julio Enrique Tovar Marquez
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